"Sólo hacen falta dos cosas para escribir: tener algo que decir, y decirlo." Oscar Wilde
lunes, 27 de abril de 2015
martes, 21 de abril de 2015
El rayo valiente
Durante millones de años el universo solo conocía la luz blanca. Un buen día, una gota de agua que pendía del borde de la hoja de un árbol, le dijo a un rayo de luz que pasaba por allí:
—¡Atrévete a atravesarme, y sé color!
El rayo dudó un instante, ya que nadie se había mezclado nunca con nada diferente de su propia raza, y no sabía a qué se refería la gota con eso de «color» ni si sería peligroso; pero por suerte para el devenir del universo, nuestro rayo protagonista era osado y de mente abierta, así que atravesó la gota y se dividió en un hermoso espectro de siete colores.
A partir de aquel acto pionero, olvidado y aparentemente insignificante, las cosas y seres se fueron mezclando y diversificando hasta llegar al universo policromo que conocemos hoy en día.
Aimar Rollán
jueves, 9 de abril de 2015
¿En papel o en digital?
Nada hay comparable al tacto del papel, a pasar las hojas, a ir a la librería o a la biblioteca a por un ejemplar, o dejarlo en la estantería de tu casa. Pero también hay quien dice, que quien prueba un lector digital (ebook reader), ya no se separa de él.
Un libro de papel siempre tendrá más peso (en todos los sentidos) que un libro digital, porque es algo tangible, algo que parece que le da un valor añadido a una narración. Yo me di cuenta de esto el día que publiqué mi primer libro en papel. Antes había publicado solo en formato electrónico y (fijaos que tontería) solo me pareció que me había consagrado el día que tuve un ejemplar de mi autoría entre mis manos, como si hubiera parido un hijo (a pesar de que ya había parido antes en formato ebook).
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