Esta es para mí, una de las imágenes más bellas y significativas del planeta Tierra, sobre todo si va acompañada del texto que el gran astrónomo Carl Sagan escribió inspirado en ella.
Esta imagen, que puede ser a primera vista insignificante y de mala resolución, la tomó en 1990 la sonda espacial Voyager 1 desde una distancia de 6000 millones de kilómetros de la Tierra, en los lindes del Sistema Solar, siendo la imagen más lejana que poseemos de nuestro planeta.
Apenas puede percibirse, pero hay un tenue punto blanco en la franja marrón: eso es la Tierra, nuestro hogar... Nuestro único hogar. Esas franjas de colores son aberraciones de la cámara de la sonda espacial, pero ahí, en ese vacío absoluto, frío e inanimado; en esa insignificante mota de polvo en un rincón del vasto universo, es donde ha sucedido todo...