"Sólo hacen falta dos cosas para escribir: tener algo que decir, y decirlo." Oscar Wilde

martes, 30 de junio de 2015

La Tragedia Griega

La tragedia es uno de los primeros géneros literarios que se conocen. Surgió en Grecia hace más de 2500 años, y ha transcendido hasta nuestros días con una vigencia atemporal.


La tragedia es un subgénero del drama, junto con la comedia, aunque hoy en día los significados originales de drama y tragedia se han tergiversado, y lo que entiende la gente sobre ello se podría resumir con un chiste malo:

«Un matrimonio va caminando por la orilla del mar... De pronto una enorme ola los golpea y arrastra a la mujer mar adentro... Ahí empieza el drama. La tragedia empieza cuando el mar la devuelve sana y salva».

Tragedia griega

Drama significa «actuar», y es la denominación de lo que entendemos como «teatro» (arte dramático). Toda obra dramática es una obra teatral, escrita y concebida para ser representada en un escenario. Dramaturgo es aquel que escribe obras de teatro.

Tragedia, etimológicamente significa algo así como «el canto del macho cabrío», en alusión a los sátiros, que en honor a Dionisos, se cubrían con la piel de un macho cabrío para hacer sus representaciones.

La tragedia griega como tal, está basada en los mitos, y en casi todas, el personaje principal termina de forma «trágica», de ahí la significación del nombre en la mayoría de idiomas modernos.

Independientemente del tema de la tragedia, hay varias cosas en común: el personaje principal comete un exceso de algún tipo (hybris), que le hace desafiar lo que el destino (moiras) le tienen permitido, como consecuencia surge un castigo propiciado por los dioses. El fin último de la tragedia culmina en la catarsis (purificación) de los espectadores al sentirse identificados con el personaje mediante las emociones del miedo y la compasión. De esta manera, la tragedia no solo era curativa para los espectadores, sino también educativa, ya que les proporcionaba grandes lecciones morales.

Hay que tener en cuenta que en la Grecia clásica no había televisión, ni Internet, ni fútbol, ni apenas libros asequibles para la mayoría de personas, por lo que el teatro era de capital importancia. De hecho, en casi todas las ciudades griegas había teatros con capacidad para numerosos espectadores y con una acústica magnífica.

Teatro griego

Hoy en día, la visualización de una obra trágica raras veces produciría la catarsis del espectador, ya que hemos visto tantas cosas que poco nos puede sorprender, pero la lectura de los grandes clásicos nos puede enriquecer, con frases como esta por ejemplo:

«De todas las cosas formidables que hay en el mundo, la más formidable sin duda es el hombre». Antígona (Sófocles).


Os recomiendo leer algunas de las obras de los más grandes dramaturgos clásicos: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Las podéis descargar y leer de forma gratuita, ya que son clásicos universales. Mi recomendación personal es la siguiente:

- La Orestiada de Esquilo.
- Edipo Rey de Sófocles.
- Medea de Eurípides.

Esquilo, Sófocles y Eurípides

En fin... Independientemente la significación y la época, todas las tragedias (griegas o no griegas) surgen de los excesos o del orgullo y la soberbia de los hombres, y ningún héroe por poderoso que fuera o que sea, podrá escapar de su destino y de la consecuente expiación de sus errores. Esto se nos olvida frecuentemente, y no dejará de haber tragedias (clásicas y modernas) en el humano mundo.

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