Hoy 12 de octubre, como cada año, se celebra la «Fiesta Nacional de España», también conocida como «El Día de la Hispanidad», debido a su proyección lingüistica y cultural más allá de los límites europeos.
El español a día de hoy es el segundo idioma más hablado del mundo, por detrás del chino mandarín, y probablemente el segundo idioma más importante del mundo, por su relevancia, después del inglés. Es hablado por casi 600 millones de personas, siendo oficial en 21 países y significativo en otros 7. Es también uno de los idioma que más estudiantes tiene a largo del mundo.
Con todos estos datos, se puede afirmar sin duda que el español es un tesoro de gran riqueza, y que en este, su día, hay que enaltecerlo como se merece. A pesar de esto, paradójicamente, hay muy poco orgullo español en España, y cierto resquemor hacia ella en sus antiguas colonias.
Es curioso que el país más nacionalista y orgulloso de sí mismo es China. Un chino está orgulloso de su país, de su bandera, de su idioma y de todo lo relacionado con sus raíces. Le siguen también en esa lista, Rusia y Estados Unidos, entre otros. ¿Sabéis qué país está en la cola de esa lista? ¿Qué país está en la última posición entre todos los países del mundo que menos orgullosos se sienten de sí mismos? Ese país es España.
Aporto esta información porque me parece muy curiosa, y digna de ser sabida. Vamos a hacer un pequeño viaje retrospectivo, marcando los mayores hitos y logros culturales de España.
- En España está Atapuerca, la cuna del primer europeo conocido, con restos del Homo Antecesor y del Homo Heidelbergensis datados en más de 800.000 años de antigüedad. Atapuerca es considerada por la UNESCO como el yacimiento más importante del mundo para conocer la evolución humana.
- En la península ibérica tuvieron su última morada los últimos Neanderthales.
- En la cornisa cantábrica está la cueva de Altamira y otra serie de grutas con pinturas rupestres del Paleolítico Superior. Se cree que el mayor asentamiento de Cromañones (Homo Sapiens moderno) se dio en el norte de España y sur de Francia, y que allí sobrevivieron a las duras condiciones de la última glaciación.
- Los romanos le dieron a Iberia el nombre de Hispania, que a su vez deriva del fenicio Ispanya. Los fenicios, por cierto, tenían rutas comerciales por el sur de la península, donde se situaba el legendario reino de Tartessos, rico en metales y en veloces barcos.
- Cádiz es la ciudad más antigua de Europa, con más de 3000 años de antigüedad.
- Es de los países que más restos arqueológicos romanos poseen, así como de otras culturas. España está repleta de restos arqueológicos.
- Séneca, Adriano y Trajano eran de Hispania, y llevaron luz y prosperidad nunca antes vistas al Imperio Romano.
- En España habitaron íberos, celtas, godos, visigodos, judíos y musulmanes; dejando todos ellos vestigios de su cultura y su impronta genética en los españoles modernos.
- Córdoba, en la época de dominación musulmana, fue la ciudad más importante del mundo; fue la luz de occidente. A través de ella, y de España en general, se recuperaron los textos de Aristóteles, perdidos hasta entonces. También se impulsó a través de ella las matemáticas y demás ciencias que harían posible el mundo que conocemos hoy en día.
- Toledo en su época de oro fue la ciudad más culta y espiritual del mundo, donde cristianos, judíos y musulmanes vivían en paz y equidad.
- De España partieron las tres carabelas, con Cristóbal Colón al frente, en el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo.
- En el siglo XV, en Tordesillas se dividió el mundo entre España y Portugal, en el denominado «Tratado de Tordesillas», y por eso, desde entonces, a excepción de Brasil, el resto de América del Sur y Centroamérica es conocida como «América Latina» o «Hispanoamérica».
- El idioma español es el heredero más directo y representativo del latín, ya que es la más hablada de las lenguas romances y como hemos dicho al principio, el segundo idioma más hablado del mundo.
- No se puede dejar de nombrar a Cervantes y al Quijote..., a la «lengua de Cervantes».
En fin, hay muchos más sucesos históricos para mencionar, pero alargarían demasiado este artículo. Lo que sí vamos a nombrar ahora son los hitos actuales o hechos dignos de ser mencionados.
España es:
- Uno de los países con la mejor sanidad del mundo.
- El 6º con más esperanza de vida.
- El 2º con menos mortalidad infantil.
- El 5º país mas seguro mundo.
- La 3ª potencia turística mundial.
- El que más donantes de órganos tiene del mundo, puesto que lidera por 23 años consecutivos.
- El 2º país, después de Luxemburgo, que menos PIB destina a la defensa.
- El 8º país del mundo que más dedica de su PIB al «estado del bienestar». En España se vive muy bien, hay buena calidad de vida, a pesar de que algunos se nieguen a verlo.
- El primer país del mundo generador de energía eólica, superando a la nuclear.
- Un estado de derecho donde se respeta la dignidad de la persona, los derechos humanos, la libertad de expresión y los tratados internacionales.
- Más cosas que seguro me olvido de mencionar...
Pues bien, la realidad es que después de todos estos motivos, «no hay nada más español que renegar de España». Ser español está mal visto, poner la bandera de España en tu ventana está mal visto, incluso celebrar el día de la Hispanidad está mal visto. Escribir este artículo está mal visto también... España está fragmentada entre los nacionalismos regionales y la baja autoestima y poco orgullo del resto.
Desde mi punto de vista, entre las guerras Carlistas, la Guerra Civil y el franquismo, la auto imagen y el orgullo propio de los españoles ha quedado muy tocado. Ha quedado tal herida en nuestro subconsciente colectivo, que asociamos ser español con ser «facha», de derechas o franquista. Por el contrario, ser «indepe», «separata», de izquierdas, republicano y antiespañol es ser «del bando bueno» (el contrario al franquista). Sigue habiendo una España de «vencedores» y otra de «vencidos», una España dividida, una España que muere y otra que bosteza... Hemos perdido lo esencial, el punto de vista básico, hasta el punto en que los árboles nos impiden ver el bosque.
al mundo te guarde Dios,
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón».
Antonio Machado
Ideologías y sentimientos aparte, hoy es el día de la Hispanidad, de la internacionalización del español, de lo que nos une: el idioma que nos permite comunicarnos. Eso es lo importante, lo que hay que recalcar y lo que hay que celebrar, para que no se nos olvide nuestra cultura. Algunos dicen, y dirán, que hoy se celebra «un genocidio» (el de los nativos americanos por parte de los conquistadores), que esta fiesta no va con nosotros, que es un despilfarro de recursos o que no hay nada digno que celebrar. En fin, cada uno puede decir y pensar lo que quiera, pero es importante, como mínimo, tener un poco de cultura.
Os dejo con las palabras que pronuncié el año pasado en estas fechas en el Centro Español de Manhattan, en la «Capital del Mundo», donde también se habla, y mucho, el idioma español:
Palabras de las dos orillas
«Comienzo a escribir estas palabras justo en medio de dos orillas, en mitad del océano Atlántico, a 11000 metros de altura, volando desde una orilla hacia la otra.
Estas dos orillas no siempre estuvieron separadas por enormes masas de agua, es más, hubo un momento de la historia del planeta en el que no puede considerarse que hubiese orillas, sino un único continente; un supercontinente llamado Pangea.
Con el paso del tiempo, en cantidades tan inconmensurables que un humano no puede percibir, la Naturaleza en su ritmo pausado y gobernada por unas leyes inmutables, comenzó a fracturar el continente en varios trozos, generando diferencias donde antes había unidad. Así, como únicos protagonistas, el tiempo y la deriva continental fueron agrandando el mar que separaba dos orillas, hasta convertirlo en el gran océano que conocemos hoy en día.
Cuando el primer hombre nació, ya había dos orillas, pero cuando la Civilización nació, sólo había una..., la otra, para los habitantes de ambas orillas, era desconocida; y así de desconocida fue hasta hace apenas 500 años, cuando unos intrépidos marineros de una orilla, descubrieron que había otra orilla.
Esas dos orillas ya nunca más volverán a estar unidas —físicamente me refiero—, pues un océano, cuya tendencia expansiva es inexorable, hará que año a año, centímetro a centímetro, aumente la distancia entre las dos orillas. No obstante, esas dos orillas cada vez se van uniendo más, a través de un puente aéreo —y no me refiero a los veloces aviones que surcan, en apenas ocho horas, el aire que separa las dos orillas, no, me refiero a un puente aéreo construido con palabras, con nuestra cultura, con nuestros corazones en aras de un abrazo fraternal. Aunque eso ya, más que un puente aéreo, es un puente etéreo».
En algún lugar del Atlántico, a 8 de octubre del 2014
Aimar Rollán
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