"Sólo hacen falta dos cosas para escribir: tener algo que decir, y decirlo." Oscar Wilde

jueves, 8 de enero de 2015

El tiempo, nuestro activo más valioso

Los sabios y los buenos economistas lo saben: nuestro activo más valioso no es el dinero, ni la salud, ni el amor..., sino el tiempo. El tiempo que se nos ha dado, el tiempo para actuar en este plano fenoménico, el tiempo, en cuyo seno, se realiza todo lo demás.


El tiempo


Hay varios tipos de tiempo, pero debido a las limitaciones de nuestro lenguaje, hemos olvidado sus matices. El griego antiguo, en su reloj atemporal conserva ciertas definiciones que nos ayudarán a comprender mejor su importancia. Así, kronós y kairós son dos palabras para designar al tiempo, pero con cualidades esencialmente diferentes.


Kronós es el tiempo cuantitativo, el que se puede medir, el tiempo cronológico (del que deriva esta palabra y otras como cronómetro). Kronós es también el cruel Saturno, el dios de la materia, el gran limitador, el que devora a sus hijos en la implacable guillotina del tiempo. Él vendrá a por nosotros al final de nuestros días, precisamente porque nuestros días (nuestro kronós) han llegado a su final.


Kairós por su parte, es un tiempo cualitativo, un tiempo de oportunidad, un tiempo cargado de fatum, de destino. El kairós se da, por decirlo así, cuando se alinean los astros y nuestro momento de brillar ocurre. Hay que estar muy atentos para detectar el kairós, y actuar si es favorable, o aplazar la acción si no lo es.

Hay también otro aspecto importante del tiempo, representado por la palabra italiana tempo, y que alude al ritmo o velocidad a la que hay que interpretar una melodía. Esto mismo puede ser interpolado a la vida, y así es, pues cada acontecimiento sucede a su determinado ritmo, y no conviene forzarlo, sino respetarlo. El tempo es lo que diferencia el ruido de una hermosa melodía.

Tempo


Resumiendo, tenemos un kronós determinado (desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte), un kairós particular, que hará que cada uno de nosotros brille en algún aspecto si aprovechamos bien las oportunidades, y un tempo o ritmo para desenvolvernos y efectuar cada acción.

Aprovecha tu tiempo, invierte bien tu tiempo, disfrútalo y compártelo sabia y constructivamente, es tu mejor activo.

Nada hay sin el tiempo salvo memoria cristalizada.

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