"Sólo hacen falta dos cosas para escribir: tener algo que decir, y decirlo." Oscar Wilde

domingo, 1 de marzo de 2015

El anciano de los días

El anciano de los días
El anciano de los días. Acuarela. William Blake
 Anochecía...

Una suave brisa le acariciaba su hermoso cabello etéreo.

Con su mirada atemporal vio cómo se apagaba la última estrella que titilaba con timidez en el negro firmamento de todo el cosmos.

Cerró los ojos con una sonrisa que llevaba eones esperando aflorar. Por vez última se levantó de su trono y contempló el umbral de la puerta que estaba a su lado; de ella solo emanaba luz. Ahora sí, por fin, podía cruzarla.

Como buen capitán, fue el último en marcharse. Podía partir en paz, su misión estaba cumplida: velar por la Creación desde la noche de los tiempos hasta la última noche, hasta que la entropía venciera definitivamente y el tiempo, agotado, careciese de razón de ser.

Aimar Rollán


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